Aunque la utilización del transporte frigorífico en la logística se remonta a la Edad de Piedra, la aplicación industrial es reciente. En este post se explica cómo las empresas de logística integran los procesos de refrigeración en su actividad.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el transporte de mercancías refrigeradas engloba varios aspectos. No solo se traslada alimentación (uno de los elementos fundamentales), sino que también se sirven medicamentos, por poner un ejemplo. Es conveniente saber que las variaciones climáticas o incidentes variarán en la oferta y demanda de estos servicios.
En un principio, el transporte refrigerado sirvió para abaratar la comida. Por este motivo, es un nicho de mercado que, aunque con fluctuaciones, va a seguir existiendo. Eso sí, hay que conocer algunas particularidades con respecto a las mercancías secas.
Camiones
Evidentemente, para realizar un transporte refrigerado se necesita un camión frigorífico adaptado que pueda transportar la mercancía a una determinada temperatura. Conviene aclarar que no es lo mismo un camión isotérmico que un frigorífico. Si se transporta comida, por ejemplo, hay que aplicar refrigeración, no basta con mantener la temperatura.
La trazabilidad del producto requiere el control de la cadena de frío de principio a fin, desde la recepción de la mercancía hasta la entrega en destino.
Almacenes
El almacenamiento es la primera fase de cualquier proceso logístico y conviene conocerlo. Dependiendo del tipo de mercancía, se enviará a una nave a temperatura constante o a un congelador. En cualquier caso, es imprescindible que el lugar de almacenamiento sea fresco y seco.